En unas cajas

Subió el conmutador general del cuadro eléctrico. No le hacía falta, porque conocía al dedillo cada rincón de aquella casa, pero ya tenía pocas ganas de estar allí, como para además llevarse un golpe contra algún mueble por caminar en penumbra.

Tiró con fuerza de la roída correa de una persiana, casi deseando que se rompiese y así tener una excusa para marcharse ya, y abrió la vieja galería de madera del fondo del salón, para ver si así se disimulaba algo aquel olor a humedad, a cerrado, a pasado. Retiró la sábana que cubría el sofá, e inmediatamente empezó a estornudar. La visión al trasluz de aquellas partículas flotantes, mezcla de polvo y de sus propios fluidos, lo agobió todavía más. ¿Qué demonios hacía él allí? Ahora que su familia ya no podía decir nada, ¿no sería más fácil poner la casa a la venta, con todo su contenido, a través de una inmobiliaria, y olvidarse de problemas?

Subiendo al primer piso, pensaba en el sinsentido de tener que seguir pagando el alquiler y los gastos de su cómodo y cálido apartamento en el centro, mientras se mudaba, por tiempo indefinido, a la antigua y fría casona.

Ya arriba, entró en la que había sido su habitación durante más de veinte años. Las marcas de las paredes delataban la anterior presencia de pósteres. Encima del somier desnudo había varias cajas de cartón, cerradas por el simple método de entrecruzar las solapas superiores. Aguzó la vista mientras accedía a la que estaba más a mano, y sus ojos no tardaron en abrirse exageradamente: el Tente, un montón de Playmobil, los puzzles que venían con aquella revista… Sin acabar de vaciarla, abrió otra con nerviosismo: las barajas de naipes de motos, la colección de Guisval en aquella bolsa de tela que le había hecho su madre —y que todavía llevaba su nombre bordado—, ¡y el Escalextric!

Levantó la cabeza, miró en derredor con una sonrisa de oreja a oreja, y dejó el resto de cajas para otro momento. Quería empezar cuanto antes: había mucho que recuperar, mucho que arreglar, y no todo era bricolaje.


Redactado para la convocatoria de noviembre (reencuentro), de Divagacionistas.

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